Tanto en el mundo secular como en la iglesia, hay quien piensa que ni Dios ni la Biblia dicen mucho acerca de las finanzas. Pero, estadísticamente, es todo lo contrario: 16 de las 38 parábolas de Cristo tienen que ver con finanzas o se utiliza algún aspecto financiero para aclarar algún punto del reino de Dios. Jesús habló más de finanzas en todos los Evangelios, que del cielo y del infierno. En la Biblia, hay cerca de 500 versos acerca de oración, menos de 500 versos de fe, pero hay más de 2,300 versos bíblicos relacionados a posesiones, riquezas, abundancia, dinero, cosas materiales, recursos. Así que, a través de toda la Biblia, esto es algo que se habla constantemente.

Hay varias razones por las cuales podemos pensar que Dios habla tanto de este tema a través de todas las Escrituras:

El dinero no puede comprar tu salvación, pero una mala relación con el dinero puede hacer que la pierdas.
Tu relación con las finanzas tienen un impacto directo en tu relación con Dios.
Tu manera de manejar las finanzas determina qué cosas espirituales Dios puede confiarte.
El dinero y las posesiones compiten con Dios en cuanto a tiempo y atención.
La mayoría de tu vida gira alrededor del dinero.
Lo último en convertirse es tu chequera.
En una ocasión, la gente le preguntó a Juan el Bautista cómo se mostraba que se habían arrepentido.

“7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. 10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 12 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 13 Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.” Lucas 3:7-14

¿Quieres mostrar que estás arrepentido? No digas de boca que eres hijo de Abraham; da frutos de arrepentimiento; porque si Dios tiene que sacar de las piedras hijos para Abraham, Él lo va a hacer para cumplirle su promesa. Da, sé generoso. ¿Tienes 2 túnicas? Regala 1; no la vendas. ¿Tienes qué comer? Comparte. Deja la trampa, no cobres de más. ¿Tienes trabajo? Conténtate con tu salario.

La forma en que tú trabajas con las finanzas, demuestra el verdadero arrepentimiento de tu corazón. Y, muchas veces, en tu vida, lo último que se convierte es tu dinero. La gente dice servirle a Dios, dice arrepentirse, pero la manera en que piensan en relación a las finanzas, dice todo lo contrario.

Cuando Jesús entró a casa de Zaqueo, este último dijo que daría de sus bienes, que pagaría, que reestablecería; que, si había robado, si a alguien había defraudado, pagaría con intereses; y entonces Jesús se paró y dijo: Ahora acaba de llegar la salvación a este hogar. Jesús no dijo que llegó la salvación porque él llegó; llegó la salvación porque Zaqueo entendió que tenía una mala relación con el dinero, decidió cambiarla, demostrando que verdaderamente se arrepintió.

El dinero y las posesiones brindan a la mente del hombre un estado de seguridad y prestigio en la sociedad, y eso solo te lo debe dar Dios a ti.
Tu seguridad no debe estar en tu cuenta de banco, ni en tu cuenta de retiro; y tu prestigio no debe venir de tus finanzas, sino que la gracia de Dios sobre tu vida debe ser suficiente para decir que eres importante, y tu confianza debe estar en que el Dios al que tú le sirves es quien suple todas tus necesidades conforme a sus riquezas en gloria. Tu socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No importa lo que el mundo haga, lo que pase en el mundo, tu economía depende del Señor.

Dios habla de dinero en su Palabra porque Él quiere corregir tu corazón para que estés de forma apropiada en tu relación con él.
DIOS ES NUESTRO CAMINO !!