Terminar lo que empece

Unas de las causas de mayor tristeza y depresión en tu vida son todas las cosas comenzadas sin terminar. Las puedes esconder de todo el que te rodea, de todo el mundo, pero no de Dios ni de ti. No importa la edad que tú tengas, todavía tienes tiempo para completar lo que un día empezaste. Sácale el polvo al negocio, empiézalo otra vez; paga el precio. Métete en la universidad otra vez. Que alcanzar lo que Dios tiene para ti sea un ideal tan grande, que tú quieras llegar al final de tu carrera luchando. Recobra el ideal de tu vida. ¿Qué haces deprimido, pensando que tu vida se acabo? Sé de los que completa lo que Dios dijo que tú vas a completar. Largo camino te resta.

La Biblia nos habla, tanto de jóvenes como de adultos ya mayores de edad, que tuvieron grandes victorias. Abraham, después que tuvo a Ismael e Isaac, a los 135 años tuvo 6 hijos más. Todavía tú tienes esperanza. Vive con el deseo de terminar, y terminar bien. Prepárate, entiende el costo, paga el precio, y complétalo. No te dejes llevar por la gloria.

Cuando termine tu vida, hay 3 declaraciones que demostrarían que, para el Señor terminaste correctamente. Porque terminar no se trata meramente de alcanzar unas metas, sino de alcanzar el propósito de Dios en tu vida.

“6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” 2 Timoteo 4:6-8

Estas 3 declaraciones que hace Pablo, son las que tú debes aspirar a que puedan ponerse en tu lápida: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Pablo utilizaba siempre estos ejemplos de la guerra, de la batalla; pero no habla solo de pelear contra el mundo, sino que habla de la disciplina; él dice: He guardado mi disciplina, me he sometido a mí mismo, tomé control de mí. ¿Estás tú viviendo con disciplina? Si la respuesta es no, no vas a terminar correctamente. Solo el que vive en disciplina puede terminar la carrera como debe. La pelea es contra ti mismo. Pablo decía: En todo lo bueno, en todo lo justo, todo lo que es de buen nombre, en esto pensad. Esto nos habla de control de su mente. Pablo era un hombre con disciplina, se sometía a sí mismo. Tú no necesitas de nadie más para disciplinarte; te tienes a ti. Guarda lo que comes, guarda tu espíritu, ora, ayuna; haz lo que tienes que hacer; que, cuando termine tu carrera, puedas decir como Pablo: Batallé, me discipliné a mí mismo, lo que tenía que hacer, lo hice.

En segundo lugar, Pablo dice: He acabado la carrera. En otras palabras: Corrí mi vida con dirección, con propósito; desde que comencé, sabía para dónde iba; y corrí para alcanzarla. Pablo dijo en una ocasión: Trato de asir aquello por lo que fui asido. Trataba de agarrar aquello que le agarró primero. Pablo dice: Un día, Dios me agarró; y, desde el día que Él me agarró, yo corro para tratar de agarrarlo a Él.

Para terminar tu vida correctamente, no puedes permitir que las distracciones de este mundo te marquen. No todas las oportunidades que te van a llegar a tu vida son oportunidades de Dios; pueden ser buenas oportunidades, pero no oportunidades divinas. Busca las oportunidades divinas porque una oportunidad buena te puede sacar de lo que Dios quiere hacer contigo. Aprender a decir que no, por ejemplo, es importante. La Biblia dice: Sea tu sí, sí, y tu amén, amén. No dice que sea tu no, no. El no tú lo puedes cambiar, pero si das tu sí, tienes que cumplir, y eso te puede costar más mañana. Sé lento en comprometerte; pero, el día que te comprometas, ve hasta lo último.

Corre la carrera, corre todos los días con dirección en tu vida, persigue a Dios todos los días, búscale; completa tu carrera.

Y, por último, Pablo dice: He guardado la fe. Pablo no está hablando de tener fe para obtener o alcanzar cosas, sino de la doctrina de él, de la convicción que él tiene, de que él no estaba confundido, sino que creyó en Cristo hasta lo último, desde el día en que comenzó a creer. Algunos se preguntan, ¿y si todo esto es mentira? Pues, si así fuera, sería la mejor mentira, porque entonces esta mentira habría cambiado tu vida. Por supuesto, no es mentira, pero aun si lo fuera, sería la mejor mentira para creer.

Termina, completa, culmina. Hay cosas en tu vida que llegó el momento de cerrar el capítulo; tal vez, ni debiste comenzarlas; pues cierra el capítulo, no lo dejes abierto; y comienza lo que tienes que comenzar. Que, cuando tu vida termine, puedas decir como Pablo: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Que puedas terminar tu vida diciendo: Completé la obra de Dios en mi vida.

Declaramos que tienes fuerzas para terminar, que te levantas; hay mucho por hacer, por cumplir, por completar. No es fácil, la cosa está dura, hay desánimo, tienes que luchar con todo el que habla mal; pero tú, pelea la buena batalla, corre de la manera correcta, sigue hacia delante. Si tú vas a salir, que sea con propósito, con dirección en tu vida, sigue luchando, trabajando, vive con propósito y tú vas a ver la obra de Dios completada en tu vida, y vas a ver a tu país diferente; y cuando se termine tu vida, la gente tendrá que decir que tú peleaste la batalla, corriste la carrera, guardaste la fe.

Largo camino te resta. Levántate, porque vas a terminar. Deja de estar deprimido. Hay algo más grande por hacer. El mismo poder que te salvó se mete dentro de ti y te da la capacidad para terminar, y hacerlo de la manera correcta. Cuando termines, la gente tendrá que decir: Nunca se rindió. Lo vas a terminar, lo vas a cumplir, lo vas a completar.
DIOS ES NUESTRA FORTALEZA !

Autor: D.R.A.

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