El padre de la fe

“8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Hebreos 11:8

La fe de Abraham es la fe que obedece. No todos creen que Jesús es el Cristo, pero tres billones de personas en el mundo actualmente creen que Abraham es el padre de la fe; Los judíos, los musulmanes y los cristianos; Las tres religiones más grandes del mundo aceptan a este hombre como el padre de la fe. No estamos hablando de cualquier persona. Este hombre, a través de la historia, marcó generaciones –como Dios le prometió – marcó culturas; Y algo debemos aprender de él.

Si vemos la vida de Abraham, ¿podríamos decir que su llamado fue uno sensacional? Dios le dijo: Vete de tu tierra y de tu parentela. No fue sensacional. No hubo una zarza ardiendo, un árbol que le hablara, no le habló un ángel. Dios le dice: Vete. Y él se fue. Uno de los problemas más grandes de la iglesia hoy, es que necesita cosas sensacionales para creer en Dios. Buscan palabras proféticas, pantallas de televisión, sensaciones; Hay que ingeniárselas para impresionar. Pero la vida con Dios no tiene por qué ser sensacional. La iglesia no tiene por qué moverse por la moda ni por lo sensacional, porque lo sensacional cambia constantemente.

Hay un vídeo en una red social de un padre a quien su hijo le llama papá y el hombre se echa a llorar. El detalle es que el niño tiene ocho años, pero es autista. En ocho años, el niño nunca le había llamado papá. Sin embargo, hay muchos que todos los días escuchan a alguien llamarles papá y no lo ven como algo sensacional. Queremos tener hijos sensacionales, sin darnos cuenta que lo que vivimos diariamente es más sensacional de lo que aparenta ser.

El mero hecho de que tienes vida y salud te debe decir que Dios habla contigo todos los días; Quizás no se te ha aparecido una zarza ardiendo, pero Dios te habla a ti todos los días, y tú no puedes tomar por común y sencillo el tener una experiencia de la fe de una larga vida con Dios y de caminar con Él, aunque el llamado sea sensacional. El llamado de Dios para Abraham fue: Vete, sal. Pero hay muchos esperando que venga un profeta, un rayo, algo que les impresione. Pero la Biblia es todo lo contrario. En Hechos 16, había una mujer que era una adivinadora y seguía a Pablo, y le decía ante todos: Este es un gran hombre. Y a muchos cristianos hoy les gustaría que alguien se parara en un culto y les dijera: ¡Qué grande tú eres! Pero Pablo la mandó a callar, y reprendió al espíritu en ella. Se molestaron con Pablo porque había quienes sacaban dinero aprovechándose de otros que necesitaban cosas sensacionales.

La gente quiere algo sensacional, pero la vida con Dios no se puede definir por cosas sensacionales. La vida con Dios es una vida de un caminar largo. Y, de todos modos, más sensacional de lo que ya ha sido tu vida no puede ser; Cada mañana te has levando, y si tú no puedes escuchar a Dios en el hecho de que te hayas levantado cada mañana y Él haya hecho algo contigo, entonces ¿dónde lo vas a escuchar? Dios te ha sacado de tus peores momentos, y hoy tienes sustento. ¿Cómo más te va a hablar Dios y decirte que Él tiene un plan para tu vida?
DIOS ES BUENO!!

Autor: D.R.A.

Déjanos tu comentario

Tu dirección de mail no será publicada.