Dios me hizo reír

15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara[c] será su nombre. 16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella. 17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? 18 Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.” Génesis 17:15-18

Dios le dice a Abraham que le va a dar un hijo, y que se lo va a dar con Sara; Pero Abraham dice: Ojalá viva Ismael delante de ti. ¿Quién era Ismael? Ismael era el primer hijo que tuvo Abraham en un momento de debilidad de Sara. Abraham siempre creyó. Dios le promete un hijo, y Sara queda estéril y se cansa de esperar; Entonces, ella aprovechó la cultura, la ley, la regla de aquel tiempo, y le dice a su marido que se acueste con su sirvienta y le dé un hijo. Lo interesante es que Abraham creyó, la que no había creído era Sara; Ella flaqueó en la fe. Abraham creyó; Siendo un viejo, se acuesta con su sirvienta y tienen esa criatura, y Abraham piensa que recibió su promesa. Por trece años crió a ese hijo con amor, con cariño; Para él, era la promesa cumplida. Pero, años después, Dios le dice: Lo que tienes no es lo que yo te prometí. Porque lo que tienes es producto de tus fuerzas, y no de tu esperanza en mí. Y Dios le dice: Te voy a dar un hijo con Sara. Y lo primero que hace Abraham es reírse. Más adelante, nace el hijo de la promesa, y le ponen por nombre Isaac, que significa: Dios me hizo reír. Podemos ver esto de dos maneras: Como que Dios te va a dar algo que te va a hacer reír; O como que siempre que veas a Isaac te vas a acordar que te reíste cuando Dios te dijo que te iba a dar algo.

Muchas veces, realmente no creemos que Dios nos pueda dar lo que Él nos prometió. Preferimos no ser la burla del mundo porque el mundo se ríe de nuestras expectativas, de nuestras esperanzas, de quienes somos nosotros, de que decimos que Dios va a hacer algo. Pero Dios te da un Isaac para que la gente pueda ver que, aunque te reíste de lo que Dios dijo que te iba a dar, te lo dio, te lo entregó, y hoy lo que estás viendo es lo que Él dijo que iba a hacer contigo.

En ese instante de la vida de Abraham, todo se estaba complicando, poniéndose más difícil, y Abraham había perdido toda esperanza; Su cuerpo ya no funcionaba, el de Sarah tampoco; La cosa estaba complicada, pero Abraham siguió esperando en Dios. Y Dios le contó a Abraham por justicia el momento en que todo se estaba complicando pero él seguía esperando que algo iba a pasar. Lo grande es que, un año después, Sara queda embarazada y da a luz. Cuando los hijos comienzan a crecer, dice la Biblia que Ismael comienza a molestar a Isaac, y Sara le pide a Abraham que deje ir a Ismael. Cuando Dios te da lo que te dijo que te iba a dar, ese préstamo que tomaste erróneamente te molesta. Lo que Dios dijo que te iba a dar, te lo va a dar; El problema es que cargas con Ismaeles que no te dejan disfrutar de las promesas de Dios. ¿Cuántas cosas hoy tú estás viviendo que siempre esperaste vivir, pero que no las puedes disfrutar porque tienes un Ismael en tu vida? Tienes un Ismael por tus decisiones pasadas; Y es bien interesante porque Sara le pide a Abraham que despida a Ismael porque Ismael le recordaba que ella no había creído. A Abraham le dolió sacar a Ismael; Él se había encariñado con aquel muchacho, pero tuvo que dejarlo ir porque Dios le dijo que tenía que dejarlo ir; y tuvo que creer que Dios cuidaría de él; porque la única manera de hacer espacio para los Isaacs de tu vida, es dejar ir a tus Ismaeles. Dios no te saca los Ismaeles; Tú tienes que dejarlos ir, sabiendo que lo que Dios te prometió se va a cumplir de alguna u otra manera.

Dios va a completar su palabra sobre tu vida. No permitas que la flaqueza en tu mente, en un momento de dificultad, te haga tener cosas que son imitación a lo que Dios tiene para ti, porque algún día se te va a complicar el asunto. Si ya no tienes fuerzas, espera; Si todo se está complicando, espera. Ten expectativa de algo, de que Dios lo va a hacer. Quizás el método no será como esperabas, pero Dios va a cumplir su promesa sobre tu vida. Puedes vivir amargado, frustrado toda tu vida, porque el método que tú pensabas no se dio, pero tu esperanza debe seguir siendo la misma.

Que esta palabra traiga paz a tu vida y te ayude a entender que lo que te da fuerza es tu esperanza porque, si no, te vas a debilitar. Tu cuerpo se va a seguir debilitando comoquiera, lo que tú no puedes es flaquear, aunque te canses; Lo que te hace permanecer y no seguir tomando decisiones erróneas, es tu esperanza. ¿Cuánto tiempo has perdido por tus decisiones incorrectas? Si te atrevieras a esperar, a creer en el Señor y darle el espacio para que Él haga la obra en tu vida, todo sería diferente. Aprende a esperar, y deja que Dios te dirija en cada decisión.

Deja ir a tu Ismael, eso que te ha amargado toda la vida, cosas que has obtenido en tu vida en momentos de flaqueza, y que no te dejan disfrutar de la promesa de Dios para ti. Que tu fe nunca flaquee, que nunca falte. Jesús oró por Pedro para que su fe no faltara. En un momento de flaqueza, Pedro negó a Cristo; Judas cometió un grave error, pero el momento de flaqueza de Judas lo llevó a colgarse en un árbol, mientras que el momento de flaqueza de Pedro lo llevó a encontrarse con el mismo Señor. No tomes decisiones permanentes a situaciones temporaneas; Aprende a liberar tu vida, a esperar en el Señor, a pedir dirección, a tomar las decisiones basado en lo que Dios te ha dicho, y permite que sea Él quien cumpla su esperanza sobre tu vida. Los Ismaeles son gente, cosas que tú debes dejar ir; Y, si hoy tienes algún Ismael, déjalo ir.
DIOS ES NUESTRA FORTALEZA!!

Autor: D.R.A.

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