¡Deja de quejarte!

Cuando Jesús tomó los cinco panes y dos peces en su mano, todavía aquello no era suficiente para quince mil personas. El problema seguía igual, pero las palabras que dice Jesús, son unas que pocos dicen en una situación como esa: Bendigo esto que tengo en mis manos. ¿Cuántas palabras de bendición habrás dicho, versus todas las de quejas que has dicho en lo que va del día? ¿Te quejaste que no tenías lo que querías para comer, aunque tenías algo para comer? ¿Te quejaste del carro que tienes? ¿Cuándo fue la última vez que diste gracias a Dios por el trabajo que tienes? ¿Cuándo fue la última vez que bendijiste el cheque al tomarlo en tu mano? Pero cometemos el error de quejarnos más, en vez de bendecir más las cosas que tenemos. Dices que no tienes suficiente, sin darte cuenta que lo que necesitas es ver el poder de Dios en la bendición de las cosas que tienes en tu mano. Mientras más te quejas, más pierdes; Mientras más te quejas y te lamentas, menos fe puedes tener en tu corazón; Mientras más malagradecido eres, no puedes esperar que Dios haga algo más en tu vida. Cuando no bendices ni agradeces lo que Dios ha puesto en tu mano, no tan solo menosprecias el presente, sino que no puedes creer por el futuro de gloria que Dios tiene para ti.

Hoy es un buen día para tú comenzar a dejar de quejarte, de mirar las cosas de forma negativa, y comenzar a darle gracias a Dios por lo poco que tienes en tu mano y comenzar a hablar bien de aquello que Dios ha puesto delante de ti. Te quejas de todo, del problema, de la dificultad, de la situación, sin darte cuenta que en tus palabras está el poder de desatar el potencial de lo que está en tus manos. Hoy, lo primero que debes hacer es bendecir todo lo que tienes. Agradécele a tu jefe que, en medio de la crisis, ha creído y, gracias a eso, tú tienes trabajo. ¡Cómo cambiaría tu vida si comenzaras a ver lo que tienes en tu mano como una bendición, y no como el problema! Cuando tú ves lo que tienes en tu mano como bendición, no lo ves nunca más como el problema.

La Biblia dice que los panes y peces fueron tomados de manos de un niño. En el original, la expresión implica como que fue de manera ruda, pero realmente se refiere a que fue sin pena. Jesús no necesitaba aquellos panes y peces, pero los toma sin pena. Cualquiera hubiera dicho a aquel niño que se quedara con sus panes y peces; No es fácil recibir una ofrenda de alguien, mucho menos cuando eso que te entregan no resuelve todo tu problema, pero sí podría representar un problema para esa persona el entregártelo. Pero a Jesús no le dio pena recibir lo poco que aquella criatura tenía. Dios recibe lo poco que tú tienes en cada momento de fe, sin pena ninguna. Y a ti no debe darte temor ni pena ni dolor el entregarle a Dios lo poco que tienes, si le crees a Él que, al ponerlo en sus manos, Él lo va a multiplicar. Lo poco que puedas poner en las manos de Dios, Él nunca lo va a menospreciar. Dios no menosprecia lo poco que tú tienes. Cada vez que tú traes algo y lo pones en manos de Dios, por poco que sea, Dios lo bendice, Dios habla bien de eso.

La provisión va a llegar de los lugares menos esperados, y a veces de lugares de donde no vas a querer recibirla porque te vas a sentir mal, pero el Dios Todopoderoso utiliza la fe de un niño para multiplicar y traer bendición a todo el que estaba en aquel lugar.

La provisión llegó a través de las manos de alguien que nadie esperaba. Había cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Y el milagro vino de manos de un niño, de alguien que nunca contaron. Contaron cinco mil hombres y ninguno valió nada, comparados con la fe de un niño. La provisión para los milagros más grandes que tú necesitas siempre llega de lugares con los que tú nunca cuentas. La gente con la que tú cuentas, lo que hace es poner duda en ti. Felipe le dijo a Jesús: Doscientos denarios no bastan. Andrés le dijo: Cinco panes y dos peces no es suficiente para que todos coman. ¿No has buscado tú solución en personas que están al lado tuyo, y te has dado cuenta que con ellos no puedes contar? Te frustras porque tienes la necesidad, no eres agradecido y no bendices lo que tienes en tu mano, y peor aún, no tienes con quien contar; Todos con los que cuentas, te ponen duda, te ponen presión. Es una presión terrible el tratar de satisfacer a todos a tu alrededor. Tus hijos quieren algo, tu cónyuge, la iglesia, el mundo; Todos quieren algo. Presión por todas partes, y tú no sabes qué hacer. Pero lo grande del Dios Todopoderoso al que tú le sirves es que los milagros siempre vienen de donde tú no cuentas, del lugar que tú menos esperas. Nadie contaba con las mujeres y los niños, y el milagro vino precisamente del lugar de donde nadie contaba. El mundo es experto en ponerte presión, pero Dios siempre tiene un niñito, Él siempre tiene la provisión en las manos de alguien que tú no contabas que viene a poner algo en tus manos para que sepas que Dios no se ha olvidado de ti.

El milagro que tú necesitas hoy, el trabajo que tú necesitas hoy, viene del lugar menos esperado, del lugar que tú menos esperas. Dios va a hacer algo grande contigo, del lugar donde tú menos lo esperas. Alguien con quien tú no has contado, Dios lo tiene preparado para traer la provisión para tu vida.

Y dice la Biblia que sobró. Hubo abundancia en aquel lugar. Fue intencional que sobrara. Jesús multiplicó al punto tal que sobrara. Él sabía cuántos había y no dejó de multiplicar en el momento que el último comió. Había puesto a todo el mundo en orden y sabía cuánto había según lo que comía cada uno, así que no sobró porque calcularan mal, sino porque Jesús tuvo toda la intención de que sobrara.

Dios siempre tiene la intención de que sobre en tu vida. Él no te pide que hagas algo por fe para que te quedes a la mitad o exacto. En la Biblia, puedes ver una y otra vez, que el Dios al que tú le sirves es un Dios que quiere que sobre, que haya en abundancia. Cuando aprendes a vivir tu vida en orden, cuando aprendes los principios de Dios, cuando aprendes a creer la Palabra, cuando no menosprecias lo poco que tienes en tu mano y lo pones en manos de Él, Él siempre va a procurar intencionalmente que sobre en tu vida. Declaramos y creemos contigo que este año, te va a sobrar.
DIOS ES MI PROVEDOR !!

Autor: D.R.A.

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  1. Luis Francisco Serafín - 25/10/2019 at 6:26 am Reply

    Este mensaje es alimento espiritual grandioso muchas gracias, DIOS LLENE DE su Gracia la vida de todos sus servidores

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