¿En dónde pones tu valor?

“5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.” Salmos 126:5-6

El proceso de siembra y cosecha, no siempre es uno de alegría y gozo. Al principio, puede ser de los momentos más duros, al tener que decidir dar lo mejor con la esperanza de una grande recompensa. Hay poder en tu preciosa semilla. Cuando tú te mueves en fe y aplicas estos principios sobrenaturales de la Palabra del Señor, experimentas los innumerables beneficios que Él te promete en su Palabra.

La Palabra de Dios tiene el poder de transformar cada área de tu vida, incluyendo el área económica.

Los principios espirituales realmente pueden hacer la diferencia en tu vida. Una cosa es hacer las cosas con ignorancia y que el principio funcione, pero la maximización de tus resultados depende del conocimiento que tú tengas. Si tú tienes un buen terreno, y poca experiencia, puedes sembrar una semilla y tener resultados, porque el principio funciona; Si siembras y riegas, tendrás resultados. Pero ese mismo terreno, puede utilizarlo alguien con mayor experiencia, y usar su conocimiento para hacer los cambios necesarios para que esa semilla rinda al ciento por uno, maximizando su potencial para que los resultados sean mayores. Quizás tú has sembrado tu semilla de fe, has ofrendado, pero no has tenido todos los resultados que esperabas. El principio funciona, pero cuando tú lo haces con conocimiento y revelación, entonces maximizas tus resultados.

“41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.” Marcos 12:41-44

No hay nadie que haya captado la atención de Cristo, que no haya recibido un milagro. No se nos dice qué ocurrió luego en la vida de esta mujer, pero algo tuvo que haber hecho Dios por ella; Dios tiene que haberse movido a su favor. En esta historia, podemos ver la importancia de darles el verdadero valor a las cosas, y sobre todo, la importancia de darle a Dios aquello que tiene valor y significado para tu vida.

El sistema de valores es subjetivo; Lo que es valioso para ti, no necesariamente lo es para otro. Jesús estaba enseñando el poder del valor y cómo él valora las cosas. El costo es una cosa, el precio es otra cosa, y el valor que se le da a algo es otro nivel; Los primeros dos son mayormente objetivos, mientras que el último es subjetivo. Si construyes un auto, sabes cuánto te costó, no hay subjetividad. Podemos ponerle un precio, que estaría por encima del costo, y pudiera ser variable, pudiera cambiar porque no se haya vendido por ejemplo, pero es objetivo. Pero el valor es algo diferente; Ese mismo auto puede tener un valor diferente, en diferentes momentos. Se le puede dar un cierto valor añadido porque alguien famoso lo haya usado, por ejemplo. Si no entendemos este principio, no damos el debido valor a las cosas de Dios. El valor de ese auto es sentimental para aquel que valore a la persona famosa que lo usó. El valor en este caso, sería mayor que su precio.

Dios se mueve por aquellas cosas que son valiosas; Y el valor es algo emocional, interno, personal; Lo que es valioso para uno, no necesariamente lo es para otro. Y lo que capta la atención de Dios es cuando tú eres capaz de darle a Él aquello que tiene valor y significado para tu vida. En esta historia que se nos narra en Marcos, Jesús observa a un grupo de personas llevar ofrendas a las arcas del templo. Y dice la Biblia que había gente que daba mucho, pero daban de lo que les sobraba; Y la cantidad que movió a Jesús fue la que dio una viuda, que lo que dio fue relativamente poco en comparación. Pero lo que movió a Jesús no fue la cantidad, sino el valor de aquella ofrenda. Aquella mujer dio más que los demás porque dio todo, dio de su necesidad, su sustento; Los demás, dieron de lo que les sobraba. Para Dios, lo valioso fue medido no por lo que dieron, sino por lo que sobró, por lo que les quedó después de haber dado. A los demás, les quedaba mucho después de dar; No así a aquella mujer; Ella dio de su sustento, y su acción captó la atención de Cristo.

Hay momentos en que tú necesitas captar la atención de Jesús, momentos en que necesitas que Él se mueva a tu favor, que su mirada se torne a ti. Y, si algo mueve a Dios, es cuando tú aprendes a darle lo más valioso, lo más difícil, lo más duro. Ese acto de fe, para Él representa todo. ¿Por qué? Porque esa es una de las demostraciones de tu naturaleza divina; Dios dio lo mejor de Él, ¿crees que fue fácil enviar a su Hijo a morir por ti? Él no envió un ángel, sino a su único Hijo, lo más valioso, lo más grande, lo más importante, para que tú experimentaras salvación. Cuando tú eres capaz de darle a Dios algo valioso, significativo, Dios sabe ver el valor detrás de lo que tú haces porque Él conoce tu corazón y tus necesidades, lo que tú estás viviendo. Por eso, la Palabra dice, en Salmos 126, que los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Cuando tú entiendes este principio espiritual, comienzas a darle a Dios no de lo que te sobra, sino con sacrificio y esfuerzo, y tienes resultados. Únete a nosotros en este tiempo de fe, donde nos presentamos en el fin de Semana Santa con lo que la Biblia llama la preciosa semilla, y creemos a Dios contigo que viene un tiempo de gozo por la cosecha que Dios va a traer a tu vida. Siembra tu mejor semilla con sacrificio, sé capaz de ir llorando porque será por un corto tiempo; La Biblia dice que, cuando una mujer está dando a luz, siente los dolores, pero que ese dolor desaparece cuando recibe esa criatura en sus manos. Oprime aquí y siembra tu preciosa semilla; Creemos contigo que, por moverte en fe ahora y sembrar tu preciosa semilla, vendrá un tiempo de gozo por la cosecha que viene para ti. Muévete en lo valioso. Lo que es valioso para unos, no lo es para otros, pero si es valioso para ti, va a captar la atención de Dios, y Él se va a mover a tu favor. Creemos contigo que un milagro viene en camino para tu vida.
DIOS ES FIEL !!

Autor: D.R.A.

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